COSAS CHUSCAS EN UNA EMERGENCIA

AUN EN LOS MOMENTOS CRÍTICOS, DONDE ALGO INUSUAL SE PRESENTA, LA RISA SE CONTIENE POR RESPETO Y CONSIDERACIÓN, POR PARTE DE LOS PARAMEDICOS,DENTRO DEL SERVICIO DE URGENCIAS SEA CUAL SEA LA INSTITUCIÓN,PERO DESPUÉS...AL ESTAR A SOLAS VIENE LA CARCAJADA SANA Y RELAJANTE,QUE AYUDA COMO TERAPIA AL TPP.
 LAS ANÉCDOTAS SE MUESTRAN CON EL DEBIDO RESPETO A LOS INVOLUCRADOS...VEAMOS.

                                              

                          LA TOALLA SANITARIA

Precisamente él mismo, Alejandro calderón,protagonizó otro caso chusco.

Una noche nos mandaron llamar a una casa, la mujer había parido antes de poder ir al hospital, lo que se llama parto fortuito. En esa ocasión iba yo con el; no se nos informó de lo que se trataba, mucho menos que el bebé ya había nacido.

Todas las mujeres de la casa y vecinas se apretujaban en la habitación, no a todas las mujeres nos gusta meter las narices donde no nos llaman; sin embargo en esas ocasiones tal pareciera una convención. La parturienta en cama, estaba exhausta pero feliz. Al momento de arribar, con cinco minutos entre el llamado y el parto, aún teníamos cosas que hacer. Mientras yo revisaba al bebé, Alejandro se hizo cargo de la madre. Faltaba que expulsara la placenta, hacer limpieza y prepararla para un posible traslado; cuando mencionó que necesitaba un apósito para colocarlo en la vulva, le dije que en mi botiquín había toallas sanitarias. Preguntó cómo se ponía aquello…

 “solo se pone y ya”__ Se escuchó una voz femenina. Retiró el adhesivo pero…un grito al unísono se escuchó cuando lo colocó.

__“¡Nooo! ¡Se pone al revés!”

Lo puso con el adhesivo de cara al cuerpo. La mujer en la cama le sonrió comprensiva__” No se preocupe.”

Cohibido se disculpó. A madre e hijo los trasladamos para una revisión rutinaria, estaban bastante bien al fin de cuenta.

                                     LA BROMA

Era común que se donaran ala institución féretros no usados para que a su vez fueran llevados al DIF municipal. En esa ocasión teníamos dos ataúdes junto con los cirios en las bases. Al entrar al dormitorio vimos a un compañero dormido en la única cama que no era litera; solo tenía la base y estaba colocada en medio de la habitación. El hombre estaba dormido en una posición muy sugestiva que quien le viera diría que estaba muerto: recto, boca arriba, pies juntos y manos al pecho. Entonces se nos ocurrió traer los cirios y colocarlos uno en cada esquina de la cama. Encendieron los gruesos carrujos de cera. Entre la guardia habíamos más tres mujeres; Las mismas que nos colocamos al pie del “difunto”, los hombres permanecieron de pie en posición de duelo. Me levanté y regresé con una rosa roja. La metí entre sus dedos. El compañero, todos lo sabíamos dormía tan profundo que así se cayera el mundo no se despertaba. Entonces apagaron todas las luces. El rezo dio inicio…luego de un padrenuestro y unas lágrimas lastimeras, el “muerto” despertó. Abrió los ojos lentamente mirando a su alrededor con un miedo que lo hacia palidecer. Al verlo soltamos una carcajada que lo sorprendió. A partir de ese día dormía si…pero cambiaba de posición y ya no tan profundo.

   

                             MARCO ANTONIO

Era un muchacho que se veía serio pero al trato resultaba sociable, afectuoso, siempre de buen humor. Al nacer tuvo la suerte que sus órganos quedaran de lado contrario de donde los tenemos los demás. Esta situación no le permitía que su corazón funcionara debidamente y cada mes más o menos le hacíamos una sangría eliminando la sangre que ya no necesitaba. Así y todo el ambiente le llamó la atención y tomó el adiestramiento adecuado. Al principio quedó como radio-operador y sin exagerar fue muy bueno, era eficiente. Pasado algún tiempo fue saliendo a emergencias como cualquier otro. Su condición médica nunca fue impedimento para hacer bien las cosas. Pero un día en que tuvimos que ingresar a un paciente grave que requería atención inmediata pasó lo siguiente…

Bajamos al paciente por la rampa de urgencias de un hospital del Seguro Social. Cuando mencioné que el paciente necesitaba oxigeno, creí me ubicarían una camilla próxima a una toma cuando atrás de mí se suscitó algo inesperado. Marco Antonio se fatigó y se sentó en una silla, entonces el medico al llegar gritó por apoyo y entre varias personas trataban a toda costa de ponerle una mascarilla de oxigeno, mientras yo los veía riendo. Marco Antonio se puso de pie y les dijo que el color de su piel un poco azulada, era común en él, tenía una insuficiencia cardíaca pero no era para más. Cierto que sus labios estaban más oscuros que de costumbre, pero el ajetreo lo había provocado. Dijo que se había sentado a descansar únicamente, el verdadero paciente estaba al final del pasillo. Se acercó el medico a preguntarme si era cierto, le dije que sí.

__“¡Es que al verlo todo morado pensó que se estaba asfixiando...!”

Cuando salimos del lugar nos íbamos riendo a carcajadas.  Mas o menos cada mes le hacían una sangría, cuando no era posible en el hospital la realizábamos sus compañeros.

Años más tarde murió al fallar su corazón. Dios le permitió hacer una vida, gozar del tiempo que tenía, se fue contento creo yo.

                                                                  Descansa en paz.

                                     EL BURRO

Naucalpan era hace muchos años, rural en una buena parte. Muchas de las nacientes colonias en San Mateo Nopala eran ladrilleras todavía, por aquellos años de de los ochentas; así era un camino vecinal, actualmente la avenida principal, llamada de las presas. Anteriormente algunas costumbres se mantenían como usar animales de carga para llevar cosas como forraje y otros. La clave de la emergencia a cubrir: un choque. Nos aparcamos a un costado de la calle terregosa,

un vehículo tipo van Volkswagen de transporte publico estaba sobre la bahía de la parada; no vi a ningún otro auto, camión, camioneta o bicicleta. El conductor fue a mí gritando con una voz destemplada, le tuve que decir que se calmara. 

A simple vista la parte destrozada del frente denotaba el fuerte impacto pero… ¿contra que chocó? Casi suelto la carcajada cuando me señaló la causa de su accidente.

Un burro. Que no comprendía el alboroto del hombre.

“¿Chocó contra el burro?__ “Pregunté.

__“¡El condenado animal chocó contra mí, y miré como dejó mi combi!”__dijo el.

Y el burro estaba intacto, tan campante como si gran cosa, masticando algo entre los dientes. Acerqué al jinete y conductor, les dije que se ponían de acuerdo o llamaría una patrulla de tránsito.

Y se iba a ver muy gracioso digo yo ver como entraban al corralón la camioneta… y el burro. Amén de ponerle su infracción colgada a la oreja.

                                    LA MUÑECA

Entre los muchos Técnicos Médicos de Urgencias que acudimos ese día al accidente masivo sobre una carretera, estaba Alejandro Calderón. El hombre tiene mucho carisma, inteligencia y es muy ducho en la atención médica de urgencias… pero esa vez le ganó la adrenalina.

Un trailer permanecía varado mientras sacábamos a los heridos de la cinta asfáltica en tanto la policía de caminos detenía la circulación. Sobre una camilla tenía yo a una pequeña que encontré muy cerca de las llantas traseras del trailer con heridas no de consideración, sin embargo a su muñeca tipo Barbie tamaño natural no le fue tan bien, quedando prensada entre las ruedas. Alejandro se bajó de la ambulancia y sin más se acercó, tomó su estetoscopio, lo colocó en el pecho… de la muñeca. Lo vimos, dejamos que siguiera.  Le hicimos señas que la niña estaba con nosotros.

__”pss, pss…Ale, Alejandro.”

Era difícil no soltarnos a reír ahí mismo. Hasta que se dio cuenta de su error. Se retiró discreto rojo por la vergüenza. Por supuesto durante los días siguientes fue la botana como decimos, de más de uno. Realmente no fue su culpa, de lejos parecía el cuerpo de un niño atrapado en las enormes llantas. Durante días tuvo que soportar ser como decimos nosotros,

"la botana."

                                     EL PEATÓN

Quien haya visto los capítulos de la serie Third Watch, hay una escena donde Carlos nieto atropella a un peatón con la ambulancia y lo golpea con el espejo retrovisor, bueno...pues eso exactamente me pasò un dìa que salíamos Mario Falcòn y yo a una urgencia en la zona centro de Naucalpan. Hay un crucero que todo el tiempo esta atestado de vehículos y personas impidiendo la circulación, bueno pues...vi que el carril del sentido contrario estaba disponible y le dije a mi amigo que se fuera por ahì pero ojo...hicimos sonar la sirena y traíamos las luces tambien, y aun asì un hombre que venìa distraído al voltear hacìa el frente se encontrò con el espejo retrovisor de mi lado y dio una vuelta sobre si mismo sin comprender nada. Yo estaba apenada porque èl estaba en la vìa correcta. Me bajè a ver que estuviera bien y solo espere un"si estoy bien, no tengo nada..." y vamonos rápido del lugar, no por otra cosa sino que teníamos una emergencia que atender.

La moraleja de esto es que no importa que tengas el derecho de paso, siempre voltea en ambas direcciones porque los vehículos de emergencia suelen hacer eso en una urgencia.

                             EL BERRINCHE

Una urgencia en los paraderos del metro cuatro caminos. 

Me dijeron era un atropellado, pero al bajarme no vi nada hasta que una mujer me guiò metros adelante atrás de cajas y bultos de algún comerciante. Ahì estaba una mujer de mediana edad, Obesa y con un gran problema...No podía respirar porque se atravesó un mega coraje que nosotros conocemos como Crisis Neuroconversiva o vulgarmente conocido como Berrinche. La recosté y le coloque unas gotas de  "soluciòn de Ángel" en la nariz. Gotas mágicas para muchos. Reaccionò la buen mujer y la estimulé a que llorara lo que quisiera, pero...en un arranque me abrazó y tan fuerte que no me dejaba ni jalar aire. La que se estaba asfixiando era yo. le dije me soltara, que me apretaba, pero como la crisis estaba en plenitud, no me escuchaba. Hasta que logré soltarme, sentía todo mi lindo cuerpo desarticulado y hasta tuve que jalar más aire de lo normal. Solo esperaba una risita de alguien para mandarlo a freír calabazas, pero no, todo salió bien. El entripado de la mujer se debió a que peleo con una vecina, aquella le soltó un golpe y ella ni las manos metió. Cosas que tengo que pasar.

                       ...Y SE CAYÒ DOS VECES

En una emergencia pasan cosas que en el momento

quisieras reír, pero no se puede por ética. Es

esa ocasión fuimos Alberto y yo a la Colonia Ahuizotla, limites del estado con la Delegación Azcapotzalco. Un hombre muy ebrio fue reportado como caído. Al llegar a una bodega abandonada, donde el estacionamiento servia de basurero, estaba el tipo como de unos 50 años tal vez. Tirado, maloliente y apenas lucido; nos acercamos, lo revisamos y para su suerte no encontramos lesión alguna. insistimos en que nos dijera donde vivìa, posiblemente pudiéramos llevarlo a casa. Pero despues de un rato, nos dimos cuenta que en su ebriedad no cooperaría, asì que para que estuviera cómodo lo sentamos en el borde de una pequeña barda no menor a 80 cm. de alto, recargado en una columna. Pues asì quedò el hombre, dormitando otra vez. Pero al subirnos a la cabina y querer marcharnos, sentì el impulso de verlo de nuevo. Podìa apreciarlo perfectamente por mi espejo retrovisor. Mirè que seguìa ahì...hasta que dos segundos y mirè otra vez y ¡Ya no estaba! Saquè la cabeza por la ventanilla y efectivamente, no estaba. Le dije a mi compañero y supimos de inmediato que se habìa caído hacìa atràs. presurosos corrimos para encontrarlo esta vez, con una alcancía en su cabecita que ameritaba solo sutura. Ahora si habìa un motivo para llevarlo al hospital. Quise reírme abiertamente al verlo caido detràs de la columna, pero me aguantè porque a pesar de todo, era mi paciente.

                                 UN BOCÒN MÁS

Mario Falcòn y yo fuimos al mercado la Providencia, en el propio  municipio. Recorriamos la avenida principal buscando la direcciòn que se nos diera, pero nada a pesar de hacer sonar la sirena, preguntar a los vecinos y despues de un buen rato decidimos retornar; solo que al dar vuelta...Era un tipo de esos que tomados son muy valentones, bocones y demas, pues bien, a la par que avanzábamos se emparejo y ahì va diciendo todo tipo de insultos hasta que hartos le reprochamos y lo corrimos. Pero insistía y hubo un momento en que metìo el brazo a la cabina rompiendo los lentes a mi compañero. Mario se bajò y se enfrascaron en una pelea cuerpo a cuerpo. Al bajar le gritaba a mi amigo.

__¡dejalo Mario,dejalo..no te comprometas! Dejalo, no vale la pena, dej...!

Sin embargo al quedar de frente a la escena, ¡me sorprendì viendo que a quien le estaban sonando y feo, era a mi compañero! estando bajo el peso del tipo que lo estaba tundiendo bien y bonito. Tomè al tipo por la ropa queriendo quitarlo, cuando la personas comenzaron a arremolinarse, y no precisamente para apoyarnos. Antes que aquello creciera nos fuimos, algo magullados.

                   EL JUEGO DE LA BOTELLA.

Una guardia de sábado por la noche.

contrario al gran movimiento de siempre y como todo estaba "muerto" como decimos, a las cuatro de la mañana nos pusimos a jugar todos concentrados en el curto de radio. sentados en el piso hicimos un circulo y preparados a jugar "botella." premio o castigo y sin rajarse. Bueno, pues cuando le tocò a uno de los novatos que le dice como debìa ser su castigo.

__"Tomas tu botiquin y una camilla, te acercas a la parada y cuando pase un microbus te subes y vas a preguntar donde esta el herido, para atenderlo."

Hubo resistencia al principio pero lo hacías o lo hacías, asì que se alistó. Como la calle estaba a unos metros, salimos en grupo a verlo todo. El pobre muchacho estaba al borde del colapso por los nervios de hacer el ridículo....y detuvo al transporte y cuando preguntó a los pasajeros...

__Donde esta el lesionado? ¡Dicen que traen a un herido aquí!

Y las personas comenzaron a mirar para todas partes buscando al herido, el chófer preguntando quien se sentìa mal... y nosotros riéndonos a más no poder. Después se bajó el amigo dando una excusa y tan emocionado que decía sin cesar.

__están locos, están locos, están locos...

Pero siguió jugando con nosotros hasta las siete de la 

mañana.

                                                                                     Derechos Reservados 11449-2015