LOS SERES DEL ESPACIO DANZABAN AL
MISMO TIEMPO QUE LA CAVERNA SE DERRUMBABA.
...Y A SUS OJOS SE CONVIRTIÓ EN UN
HERMOSO RUBÍ QUE COLOCÓ EN SU PECHO COMO TROFEO, DE OTRO HUMANO MAS.
En una
tierra muy lejana, en medio del mar, en la inmensidad del pacifico Sur, hay una
isla que no está nunca en ningún mapa.Es totalmente salvaje, ojo humano no le
conoce hasta que… Un barco de la milicia francesa encalla y da comienzo la
aventura fantástica que les contaré ahora.
Diré que es una isla en forma de media luna, no más grande que un
estadio de fútbol, selva espesa impenetrable, típica de los mares del sur.
Arboles más grandes de lo normal, playas de arena blanca con destellos
diamantinos; dentro de una colina que se alza en medio de la isla, se yergue un
monolito enorme que parece custodia la costa. Un ambiente raro circunda la
isla. Los sonidos callan por lapsos dando lugar a gruñidos de una bestia; No lo
es. Sin embargo se renuevan con brío los cantos de las aves, aullidos de los
monos, rugidos de los felinos y alguna especie extraña de coatíes.Al caer la
tarde la niebla se asienta inamovible por los rincones de las partes bajas,
corredores de alimañas y guaridas de reptiles.Esta niebla espesa tiene vida
propia, busca incesante algo entre arbustos y madrigueras. Muy a pesar de la
hora, los animales diurnos escapan atemorizados,los nocturnos se apartan de su
camino.Es una mañana soleada, cuando un barco navega cerca de la costa y pierde
el rumbo yendo a estrellarse con un arrecife que aparece de pronto. El crujir
del metal con la roca es impresionante; durante algunos momentos no se escucha
ninguna voz hasta que el hombre al mando grita.
___ ¡Boten los salvavidas! ¡Muévanse, parecen tortugas!
Una decena de marinos se dirigen a la playa, vislumbrada apenas
entre los rayos de un sol intenso, calcinante. Apenas tocan las balsas la
arena, todos sin excepción se tiran bocarriba. El capitán François Damon
percibe algo en el cielo. El tono de su voz es muy autoritario, grave y áspero.
___ No hay ningún ave volando.
Su segundo en mando nota algo más___Capitán… No hay brisa marina.
Se acerca donde rompe la ola.
___ ¡Es cierto,la ola trae aire caliente al llegar aquí!... No lo
entiendo,esta isla no aparece en nuestros radares. Puedo asegurar acaba
de aparecer.
___ Con el localizador de emergencia GPS seremos rescatados en
unas horas___ Eso es seguro. Realmente no hay de que preocuparnos.
___Sin embargo le veo nervioso, señor.
___ No lo sé… hay algo extraño aquí que no puedo definir.
Da órdenes de acampar cerca de la playa. Pero uno de ellos, el
timonel le llama la atención el monolito.
___Capitán Damon, esa gran roca allá arriba…
___ Es un monolito, Nicolás. Una sola unidad de roca pura.
___ Tiene una forma muy rara.
___ Deja de distraerte, y clava estas luces intermitentes a lo
largo de la playa.
___ Sí, señor.
Luego ordena a dos hombres.
___En cuanto baje la marea van al barco por el resto del equipo.
Se sienta sobre la arena y observa los contornos de la costa.
Enciende un cigarrillo. Fumador empedernido, adorador del buen vino y una rica
comida, se soslaya pensando en el regreso y lo hace en voz alta.
___Cuando salgamos de este lugar, lo primero que haré será ir a
París por una botella de champagne, la abriré y verteré sobre una copa de
cristal cortado, luego pediré una carne asada en la avenue de la rouge.
Sin darse cuenta, un cuerpo avanza debajo de la arena
silenciosamente. Detrás de su trasero se detiene, entonces apoya su mano
derecha tan cerca que casi le toca; pero sus hombres están listos a partir. Se
pone de pie.
___Será mejor que traigan el armamento.
___ ¿Cree que sea necesario, Capitán?
___ ¡¿Está dando su opinión, marino?! Un buen soldado nunca debe
separarse de su arma.
___ Sí, señor...Ahora partimos.
Al verlos alejarse sobre las olas, una cortina de humo se
interpone entre ellos distorsionando su campo visual. Se desconcierta.
___ ¡Qué rayos es eso!
El capitán Damon queda helado al ver que la bruma se disipa y no
hay rastro de la balsa. Retrocede hasta la tienda y llama a Jean Paul Gijón, su
segundo.
___ ¡Jean, Jean! ¡Ven de inmediato!
___ ¡Señor, presente!
___ ¡comunícate con Dumas y Berón, algo les pasó!
Después de cuatro intentos ordena cortar frecuencia.
___ Basta, es inútil. Están a suficiente distancia para una buena
recepción,ya hubieran contestado.
___ ¿Qué ocurrió, Capitán?
No sé realmente, pero fue cuando esa neblina apareció de
pronto y...¡Voy a buscarlos!
Una lluvia repentina azota el área. Los grandes vientos levantan
oleajes alrededor de la embarcación. De inmediato se sujetan los embalajes del
campamento, no así los estrobos que son arrancados de cuajo llevados por el
viento hacía el mar. Temiendo que sea un huracán, Damon acicatea a los otros a
tomar lo necesario y adentrarse a tierras más altas.
___ ¡Vamos, muévanse! ¡Muévanse!
Después de un rato de camino, Gerard se da cuenta de algo extraño.
___Capitán Damon… llevamos caminando tres horas.
___ ¿Qué es lo raro, marino?
___ Según mi Geopronther, la isla tiene solo una dimensión de 10
kilómetros cuadrados.
___Es un islote.
___ Así es,pero hemos caminado más en tiempo que en distancia.
Damon se detiene observando el entorno.
___No hemos caminado en círculo, eso es seguro. Si tienes razón
hace una hora debíamos estar del otro lado de la isla.
___ Señor, tenemos una ubicación precisa. Estamos en 6.7 grados
latitud Norte con 3.8 latitud Oeste. Entre lo que debería ser el archipiélago
Mondasen en el océano pacifico, a veinte millas náuticas de las islas
filipinas. Pero… el punto que señala mi registro no existe más que agua.
El capitán no pretende darle más importancia por el momento, su
prioridad es otra.
___Gilbert, necesito que subas ahí,
___ señala un árbol tipo Secuoya.
___Es posible que tengas que subir hasta la copa, el ramaje alto
resta visibilidad. Colócate el arnés de manera que bajes con tirolesa.
___Si, señor.
Cuando el chico llega a 20 metros, mira en derredor quedando
perplejo por lo que descubre, pero una extraña ave que parece un reptil con
alas lo embiste y Gilbert pierde el sentido.
Abajo se dan cuenta que el cuerpo cae quedando sostenido solo por
el arnés.
¡Pronto, hay que bajarlo!___ Grita Damon.
Poco a poco el cuerpo va hacia abajo. Es recostado y atendido por
Gerard.
___Esta bien, capitán. Solo tiene unos rasguños en la cara.
Al volver a la consciencia, Gilbert adquiere un estado aletargado,en pocos minutos las lesiones en su cara adquieren un color
violeta. Sin embargo para Gerard no pasan desapercibidas, toma un poco de
antiséptico pero al contacto con la piel aumentan en segundos unas
protuberancias que obstruyen los parpados inferiores. Grita asustado.
___ ¡Capitán Damon, venga de inmediato!
Al llegar el hombre, la cara de Gilbert es una plasta de abscesos
purulentos. Está obnubilado, con problemas para respirar, la vista se pierde a
lo lejos. Damon mira de cerca, impresionado.
___ No sé que demonios le haya pasado, pero es seguro que no
siente nada...
¡Gerard eres medico, dime que tiene!
Mira al Capitán con angustia.
___ No tengo la menor idea, señor. Sospecho que su condición es progresiva,
así como se ha presentado; sugiero que se le coloque un dispositivo Delta.
El dispositivo Delta es una placa de metal adherente a la piel que
segundos se sumerge en el musculo y corta funciones vitales y mantiene al
cuerpo en hibernación. Una luz titilante roja avisa de su
estado comatoso. Damon ordena que se haga. Gerard la inserta en un brazo.
Llega la noche. Damon abre sus sentidos al máximo. Habla para sí
mismo.
___ No hay ruidos nocturnos. De hecho no he visto animal alguno
desde que llegamos. Algo raro ocurre aquí definitivamente.
Los hombres duermen, en tanto él y Gerard hacen guardia.
Acostumbrado a jornadas largas, de unos 45 años, Damon se acuclilla al pie de
un árbol; prepara su pipa. Está en la marina desde adolescente. Ha navegado alrededor
del mundo infinidad de ocasiones; de cuerpo atlético, alto, facciones duras, y
de mirada inquisidora trabaja desde su divorcio un año atrás, un temperamento
difícil. Solo Gerard Gautier y Jean Paul saben manejar su actitud agria. Aunque
la mayoría de la veces suele ser un diplomático que arregla los problemas
esperando una buena salida.
Un ruidito peculiar parecido a una campanita, apenas es percibido
por Damon. Aguzando el oído, le sigue adentrándose en la espesura. Gerard
permanece de espalda limpiando su automática. El clima cambia de pronto, de
caluroso a frío. Gerard se estremece, nota la ausencia de Damon, pero
no puede dejar el campamento. Una luz intensa detrás de las copas
arbóreas y un ruido de motor despiertan a los marinos; miran como el fenómeno
crece. A excepción de Gerard todos suponen es un helicóptero de la armada,
buscándoles. Pero el ruido de rotor se aleja así como las luces. No lejos de
ahí Damon resbala y va a caer sin freno colina abajo llevándose en su caída
enredaderas de grandes hojas de parra. Las mismas amortiguan su caída
vertiginosa; esta al pie de una boca cavernosa. Muy maltratado queda unos
momentos quieto. Entonces descubre algo grandioso. La enredadera que lo
envuelve es de poliuretano; pero al intentar quitarla, esta aprieta
el cuerpo.
___ ¡Qué es esto, demonios! ¡Suéltame maldita cosa!
Echa mano de su pistola escuadra, pero un tallo se enrosca en su
muñeca derecha inmovilizando, aunque sin hacer daño.
Una voz femenina de matiz hueca proveniente de la cueva se deja
escuchar.
___ Deja de luchar. Eres muy testarudo. Cuando hemos estado en
este planeta, ustedes se encargan de complicar nuestra labor. Por ahora no te
necesito, deberé enviarte al donde le llaman, limbo.
___ ¡No, espera! ¡Hazte presente! ¡Quién eres!
Un rayo de luz fulmina a Damon. La dueña de la voz peculiar se
hace visible entre la poca iluminación del lugar. Aparece una mujer muy joven,
de rasgos casi infantiles. Tez nacarada. Pero sus ojos son rojos como las
brasas ardientes. Sus manos delicadas y muy delgadas toman del suelo un
diamante hermosísimo de destellos increíbles. .. Eso es lo que ha quedado del
capitán; suspira enigmática. Lo coloca en su pecho y retorna al interior de la
caverna.
Gerard desespera ante la ausencia de Damon. Ante esto Jean
Paul toma el mando.
___ Una escuadra armada irá en su busca. Tomen todas las
precauciones, no sabemos qué está pasando en este lugar. Ante cualquier cosa
que parezca peligrosa activen su transmisor intradérmico que traen en el dorso
de la mano. Hagan un recorrido de media hora y retornen de inmediato.
Tres marinos bien armados se pierden entre el alto ramaje de la
selva. Caminan unos minutos sin encontrar nada hasta que dos caen en una
especie de trampa. El otro dispara en derredor sin éxito. La red que envuelve a
los hombres emite destellos azulinos inmovilizando cualquier intento de fuga.
Gerard escucha los disparos, sobresaltado corre cartucho. Llega el que ha
escapado de la trampa, a su lado.
¡Porque regresaste Rousseau!___ le encara Gijón.
___ ¡Debiste apoyarlos, no salir corriendo como una maldita
gallina!
___ L-lo siento, señor… pero si hubiera estado ahí… Cuando
Bernard y Lotean estaban siendo emboscados con esa red, el aire en torno
a mí se volvió tan caliente que era imposible respirar, luego sentí miles
de piquetes en todo el cuerpo como agujas… no pude más y salí corriendo
disparando.
Jean Paul no cree nada, así que brusco le arrebata de
dos jirones la playera militar. Queda al descubierto un torso
alfileteado en cada centímetro de piel. Hay asombro al verlo, como él
decía. Rousseau se queja apenas.
Esos piquetes, ___ dice Gijón___ no son de ningún
insecto, Rousseau. ¿Seguro que estas bien?
___ No me duelen ahora, pero tengo escozor. Parece que me han
puncionado todo el cuerpo.
Gerard lo revisa.
___ Sera mejor que uses este linimento.
Al cabo de pocas horas se han perdido cinco hombres y uno más está
en coma. Jean Paul sabe que de seguir avanzando, todos podrían correr la misma
suerte, no sabe qué destino les depara de permanecer más tiempo en ese lugar.
___ Debemos irnos de esta isla, ahora.
Todos se miran. Gerard se opone.
___ ¡No podemos dejar al Capitán, Jean Paul! ¡Ni sabemos con
certeza si alguno de ellos, aun los que desaparecieron en la playa estén vivos!
___ ¡El Capitán Damon hubiera ordenado exactamente lo mismo y lo
sabes!
Gerard calla.
Diez minutos les lleva levantar el campamento y transportar el
cuerpo de Gilbert. Conforme avanzan de regreso la vanguardia y la retaguardia
encañonan sus rifles de asalto.
¡Deténganse!__ grita Jean Paul. La misma figura femenina de la
caverna se recorta al final del camino obstruyendo el paso. Comienza a caminar
hacía ellos. En cada paso aunque suave, la tierra tiembla. Jean Paul la
encañona.
___ ¡Alto o disparo! ¡Identifíquese!
Como no obtiene respuesta dispara al aire dos veces, pero la
silueta avanza. Los demás le apuntan esperando la orden. El gatillo del rifle
de Gijón se traba inexplicablemente. Entonces bajan sus armas al tenerla frente
a sí; la impresión les ha dejado mudos. Es la misma, sin duda. Se ha dejado ver
ante ellos con toda su magnificencia y portentosa presencia. Lo primero que se
viene a la mente de Jean es la imagen inmaculada de la Virgen de Lourdes.
Aquellos resplandores discretos alrededor de su cuerpo, la tez
blanquecina de la piel, el manto que cubre su cabeza. Sin embargo el color de
sus ojos, rojos por completo no son lo que esperaban ver, también aquellas
piedras preciosas incrustadas en su pecho descubierto a mitad del seno, la
nariz diminuta con breves orificios que aprecian poco el oxigeno. Jean Paul se
adelanta unos pasos.
___ ¿Quién eres?
No hay respuesta. Ella emite un ruido como una especie de
interferencia de onda sonora. Gijón insiste.
___ ¿Qué quieres de nosotros?
Ella señala las manos de él.
___ ¿Por qué...las armas?
___ Para defendernos.
___ ¿De quién?
___ Cinco de nuestros compañeros
desaparecieron, tal vez estén muertos.
Entonces hace señas para que la sigan. Gerard se engarfia del
brazo de Gijón.
___ ¡No hagamos estupideces Jean Paul!
Los mira a todos.
___ Que venga el que lo desee. Solo no dejen ni un momento
sus armas. Que Rousseau se quede con Gilbert.
Lo siguen incluyendo Gerard, aunque con recelo. Se empareja con el
teniente y le da un codazo, entonces Jean Paul observa que su guía no tiene
extremidades que toquen el suelo, en su lugar asoman bajo el manto apenas,
apéndices en forma de raíces secas.
Pero no emiten palabra alguna y la siguen en silencio. Detienen
sus pasos ante la colina cerca de la playa. La cara posterior de la gran roca
se alza imponente. La fémina corre la maleza como una cortina. Asoma una puerta
metálica. Entonces Gerard se asombra mucho.
___ ¡Es el monolito que vimos al llegar!
La puerta abre y entran, no sin temor. Caminan un pasillo mohoso
hasta donde una cámara amplia de varios metros de altura. No hay nada más que
una ligera niebla que va y viene, y una roca plana en el centro.
Jean Paul intenta aproximarse a ella, pero un campo magnético lo
echa con fuerza hacía atrás. La anfitriona comienza una especie de baile de
campana, ondeando su cuerpo de un lado a otro, mientras sus brazos se elevan
como al compás de una ola. A su derredor aparecen en forma rítmica diversos
diamantes y esmeraldas formando un anillo fantástico, lleno de luz.
___ Acérquense.
Lo que miran, no cabe en la comprensión humana.
___ Mi concepto de dejar la existencia, es distinta de la suya.
Para mí esto no es morir. Y supongo que para ustedes tampoco, pues no han
perdido las capacidades de respirar.
Dentro de la cavidad de un diamante no más grande que una pelota
de ping -pong están prisioneros sus compañeros. Estos permanecen en posición
fetal. Jean vuelve sobre sus pasos.
___ ¿Dónde está nuestro Capitán?
La mano derecha se posa sobre el diamante más grande en el centro
de su pecho. Jean comprende. Temiendo la respuesta, pregunta.
___ ¿Qué pasará con nosotros y nuestros compañeros?
___ El escaneo de los últimos mil años demuestra que los seres de
este planeta han destinado su capacidad de albedrío para la destrucción de la
misma especie. Una paradoja como dicen ustedes, pero mi raza asentada aquí no
está programada para interactuar con su forma de vida; por ser seres
involutivos.
___ Nos iremos en paz, con nuestros compañeros.
La respuesta no es agradable. Del suelo emergen las enredaderas
como serpientes alrededor de sus cuerpos. Gerard rompe
el aprisionamiento y corre a lo largo de la gruta hacía
la salida. No termina de hacerlo hasta la puerta. En tanto Gijón
acciona su arma disparando sobre ella, rompiendo en mil pedazos un diamante de la
circunferencia. Pero entonces la dama levita fuera del anillo y sus ojos
refulgen como brasas. Le enredadera crece hasta el techo y en cada una de sus
hojas aparecen miles, tal vez millones de diminutos artrópodos que corren
rápido por todas partes dejando una estela ácida.
___ Estamos en la fase final de nuestra misión en este lugar, y
cualquier intromisión por parte de ustedes, acabará con cientos de años de
experimentos en las fases cósmicas.
Jean Paul intenta una vez más hablar con ella. Toma el recurso de
la persuasión.
___ ¡Sabemos que no es tu intención hacer daño a cualquier ser
vivo que habite en el universo! ¡Solo están de paso, porque dejar tras de
ustedes una estela de destrucción!
Ella se encara levitando frente de la enramada.
___ No somos destructores como la raza humana. No podemos
permitirnos bajar al ínfimo nivel de una especie violenta como la suya.
Con sinceridad el hombre dice.
___ No deshonren su identidad rebajándose con nosotros si es así
como somos considerados; permanezcan en su nivel de infinita misericordia, y
muéstrenos cómo podemos cambiar nuestro mundo. Esta implícita su obligación, la
que obliga a un poder supremo inspirar otras fuerzas inferiores para subsistir.
___No te entiendo…
___ Que para que ustedes existan, debe haber seres como nosotros.
Es una ley del universo que rige todo aquello que existe dentro y fuera de las
galaxias.
Entonces fija sus ojos en Jean Paul Gautier, tan cerca y tan
penetrantes. Un halo de luz sale de ellos directo a los de él. Por unos
segundos ambos permanecen inmóviles, mientras las larvas continúan su
destrucción de la enredadera.
El rudo marino abre y cierra los ojos como si despertara de un
hechizo. Su compañero le mira sin comprender aún. La dama retrocede con los
ojos cerrados. Poco a poco los abre dando paso a una nueva configuración en
color y textura. El otro soldado murmura asombrado.
___ ¡Ha copiado sus ojos!
Unos globos oculares hermosos en su cara, ya que el hombre los
tiene de color verde. Después hace que la niebla inunde el lugar hasta lo alto
eliminando la plaga. Las hojas y ramas se abren despacio liberándolos. Antes
que otra cosa suceda, Jean ordena al otro tire su arma lejos. Al estar de nuevo
en el suelo, Jean busca con la mirada a Gerard. Segura afirma ella.
___Tu compañero volverá pronto. No tiene opciones.
Esta en lo cierto. Sabe que va a suceder. Gerard abre la puerta,
pues esta es magnética. Avanza varios metros cuando se da cuenta que no es el
camino donde supuestamente dejaran a Rousseau y Gilbert. Una sombra
acompañada de apagados rugidos lo pone en guardia. Una y otra vez atisba
tratando de ver de dónde proviene la bestia; supone es un felino.
Retrocede tres pasos y al dar la vuelta…
¡Una arpía le escupe a cada rugido, y este taladra sus oídos! El
chico antepone los brazos protegiéndose la cara, pero el monstruo le pesca no
sin desgarrar la piel, por la espalda. Lo lleva volando colina arriba hasta el
pináculo. Una gran compuerta se abre y entra. Luego llega a dejar a su presa
con el resto de sus compañeros, ante la parsimonia y aplomo de la extranjera
del universo.
Jean Paul es efusivo.
___ ¡Estas bien!
___ Supongo que salvo las heridas de mis hombros, sobreviviré.
¿Jean, que está pasando?
___ Creo que son algo así como exploradores que coleccionan
muestras de varios planetas para sus estudios. Aunque no sé que planes tienen
para nosotros. Por lo pronto deshazte de tu arma.
___ ¡Que! ¡Que te sucede!
___ ¡Son pacíficos, odian toda manifestación de violencia! ¡…y de
cualquier manera no tienes ninguna ventaja ante su poder!
Gerard obedece.
La percepción de los hombres referente a su destino en manos de un
extraño ser, es de temor, impotencia, pero a la vez una desaforada sensación de
privilegio. Son los seres humanos quizá en muchos miles o millones de años, en
tener la interacción con otros seres de otro mundo, de otro universo. Algo que
el teniente Gautier decide tomar a favor, es el descubrimiento de que aquella
dama, a pesar de todo tiene un código de conducta. Eso les facilitará las cosas
en grado sumo.
Una embarcación de rescate de la armada francesa arriba a la
playa. Se encuentran con la destrucción del primer campamento.
El almirante, un hombre robusto de carácter educado ordena una
búsqueda en el perímetro.
___ Es obvio que están aquí. No sé que haya pasado, la
comunicación se corto pasando el paralelo 8. Algo los hizo desviarse de su ruta
a filipinas.
Uno grupo especial equipado y armado hasta los dientes van en
busca de los náufragos. Dentro de la cavidad rocosa, los marinos reciben una
sorpresa.
Se hace presente un ser que parece el jefe. Un ente de tres metros
de altura, totalmente de color aguamarina, de mirar duro, entrecejo rígido,
revolotea las manos como mariposas haciendo que la luz mortecina sea clara y
fría.
___ Ofrezco la libertad de estos seres impuros sí se disponen a
completar nuestra misión aquí.
¿Qué tenemos que hacer, ___dice el teniente___ y como saber si
cumplirá lo que dice?
El se aparta dando paso a su compañera.
___ Quien ostenta la superioridad se adjudica el derecho de
decisión. Pero somos una civilización que ha superado hace miles de años, los
vicios que ustedes aún conservan, que son parte de su misma natura, y que los
destruirá. Nos rigen normas estrictas y debemos otorgar un resultado sobre el
compromiso.
Jean se dirige a los otros.
___ Quiere decir que ha empeñado su palabra. De cualquier manera
no tenemos opciones, más que hacer lo que digan.
Las dimensiones corporales de los entes se reducen al tamaño de
los humanos. Caminan por delante llevándolos a una cámara en donde hay un pozo
gigante. Emite exhalaciones de vapor y agua provenientes del centro de la
tierra.
En breve son informados de lo que harán.
___ Ustedes deberán entrar ahí y extraer una porción de roca ígnea
que solo está en los núcleos macizos a una profundidad de 1200 metros. El
camino es difícil. Ninguno de mi especie puede hacerlo, pues al elevarse
la presión, nuestro organismo cubierto con una celulosa
interna desaparecerá y nos enfermaremos por muchos cientos de años.
¡Vamos a morir!___ exclama Jean. Y agrega.
___ ¡Si bien es cierto que según su enfoque, somos una raza
inferior! ¿qué les hace suponer que somos fuertes para esto?
___ Según nuestros estudios sobre ustedes cuando llegaron a este
sitio de alguna galaxia recóndita, sus componentes celulares están
diseñados para adecuar sus moléculas a los cambios extremos de las
temperaturas. Si la raza humana lograse evolucionar sobre sus errores, podrán
viajar a través del universo sin más que su cuerpo como estelar ígneo... Y
no saben nada de ello; sin embargo está diseñado su destino de manera que
esto, no ocurrirá.
Cambia de tema. El semblante denota fuerza. Subyuga su presencia.
___ Para esta tarea deberán diseñar un plan.
A continuación las piedras preciosas se forman en espiral ante un
crujir que aumenta a la vez que se desintegran en medio de destellos de
colores. Tanto el capitán como los otros cuatro surgen ilesos de las cenizas
negras de lo que ha quedado. Jean Paul y Gerard se adelantan ante el Capitán.
¡Señor___ dice exaltado Jean___ hay
algo que deberá saber, si no es que ya lo supone!
___ Si, teniente… lo sé. Por fortuna
el lugar donde me pusieron, pude escuchar con claridad. Ante lo que tenemos
frente a nosotros, que dudo otro ser humano lo haya experimentado… debemos ser
cautos. Yo iré a donde quieren junto con Jean y Maurice. Si es verdad lo que
escuché acerca de nuestra estructura celular, nos será más fácil.
___ ¡Capitán, no estamos seguro que
sea verdad eso!
___Correremos el riesgo. Si no
resulta, la muerte será rápida para cualquiera de nosotros.
___ ¡Pero…!
___ Los demás permanecerán aquí.
Se dirige al anfitrión.
___Yo soy el líder de este grupo, así
que he decidido que iremos tres. Los otros no tienen que correr el riesgo.
Asiente con su cabeza, flotando a tres
metros de altura se encarama en una roca a observar. A diferencia de su
compañera, el tiene un rostro endurecido y no muestra ápice de sentimientos.
Damon y sus hombres se acercan a la orilla de la grieta. Una burbuja negra
salida de la nada revienta a su lado dejando caer lianas verdes y gruesas. Se
sujetan la cintura y cadera con ellas. El Capitán Damon es el primero en
parapetarse en la cornisa. Sabe con seguridad que al primer contacto con el
inmenso calor su cuerpo se derretirá como la cera. Pero no sucede así. Cuando
el dolor aumenta sin control, sus órganos absorben la totalidad del calor hasta
convertirlo en una masa humana al rojo vivo. Parpadea unos segundos y se mira a
sí mismo. No cae de asombro ante la metamorfosis.
___ ¡Es verdad! ¡Soy un brasa viva!
¡No tengo ni una laceración!
Entonces acicatea a Jean y al otro.
___ ¡Vamos, muchachos! ¡Avancen!
Después de repetirse el proceso, tres
siluetas se deslizan por las paredes humeantes. Parece que el camino no tendrá
fin hasta que Jean vislumbra a varios metros una algo de color violeta. Es la
roca que buscan. Llegan a una saliente que sirve de apoyo.
___ De este punto hasta donde está la
roca iré solo. Cuando la haya separado de la pared, recibirán una seña mía para
subirla. Deberán hacer una red de cuatro puntas para sostenerla.
Comienza el descenso sin darse cuenta
que lenguas de fuego puro ascienden hasta donde está y el calor le produce
dolor.
___ Ese tipo de fuego es más fuerte.
Debo darme prisa.
Con una herramienta rudimentaria pica
la roca. La que se desprende peligrosamente pues es muy grande.
___ Y eso que es solo una muestra.
Contrario a las reglas de la física y
la fisiología, debido al esfuerzo que realiza, Damon suda. Sin embargo cada vez
que las gotas de la transpiración tocan su piel, estas saltan al producir un
frist. El calor del fondo del cañón sube cada vez más. La roca de unos 150
kilos es subida poco a poco entre chasquidos de las lianas. Damon grita cuando
ya no soporta el calor.
___! Aprisa, aprisa! ¡Esto es el
mismísimo infierno!
Elevarla no es tarea sencilla debido
al tamaño y peso.
¡A cada paso es una inminente caída,
el fuego acelera, como si quisiera cazarlos, las lianas chasquean más y más!
¡Parece que los marinos cederán en cualquier momento a tan tremenda presión!
Cuando llegan arriba y emergen, su
condición no cambia. Pero no así la roca que adquiere un color café al contacto
con el aire de la superficie. Rendidos y a punto del colapso, Damon apenas
tiene fuerzas para aspirar aire.
___ Cumplimos… ahora, háganlo ustedes.
Deben darnos nuestra libertad.
Sin pronunciar palabra ambos se acoplan en una danza ya conocida.
El ritmo viene acompañado de un ruido ensordecedor. Alerta a todos la caída de
rocas del techo.
___ ¡Están derribando la caverna!
¡Salgamos de aquí!
Corren a toda su capacidad, pero en
una ocasión, Damon roza accidentalmente el brazo de Gerard y lo quema. Se
detiene e intenta tocarlo, pero Gerard retrocede.
___ ¡Estoy bien, señor, pero será
mejor que ustedes tres permanezcan lejos de nosotros o nos convertirán en
cenizas!
Un nuevo derrumbe avisa.
___ ¡Sigamos! ¡No se detengan!
Sin embargo equivocan el camino en la
confusión, y Damon con Gerard y otros dos van a parar a un lugar infestado de
especímenes de laboratorio, en donde habitan diversidad de animales hechos
monstruos. Estos quedan libres al romperse los recipientes de cristal. Sin
armas y ante la desventaja de tamaño huyen sin pretender defenderse. Damon no
corre con suerte y es apresado por una especie de roedor volador con piel de
reptil. Sin embargo en el contacto las garras se envuelven en fuego amenazante.
Lo suelta chillando de dolor. Gerard descubre un boquete por donde se filtra la
luz exterior.
___ ¡Capitán, encontré una salida!
___ ¡Salgan, ahora! ¡Seré su
distracción! ¡Lárguense!
En la huida encuentran a Roseau.
___ ¡Los equipos de rescate han
llegado, están esperando en la playa! ¡Debemos irnos de la isla, va a ver una
erupción volcánica!
Los primeros corren en dirección de la
costa seguidos de estelas de neblina espesa y agua de vapor por todas partes.
Damon les sigue de cerca. Antes de subir a la barcaza el almirante mira sin dar
crédito al Capitán. Se aproxima.
___ ¡Es usted, Damon!
___ ¡Almirante, No deben tocarnos!
¡Pero debe sacarnos ya!
Un ruido atronador a sus espaldas
estremece la isla. Ante sus ojos la colina se resquebraja de su centro y lo que
emerge lentamente como salido de la tumba, deja perplejos a todos. Una nave
espacial sacude millones de toneladas de tierra en su ascenso. ¡La verdad está
al descubierto! La nave es la que forma la isla en su totalidad; por ello,
Damon advierte que la masa terrestre va hundiéndose bajo sus pies.
___ ¡Se está hundiendo!
El almirante ordena suban a las
lanchas de motor. Una sola es para Damon, quien sube junto con Jean Paul
Gautier y Maurice. Avanzan por entre los altos oleajes, mientras la nave sigue
emergiendo. Todos han llegado a salvo al acorazado, cuando una gran ola derriba
a Damon. Son arrojados al agua entre vapores que apagan estrepitosas sus
cuerpos encendidos. El almirante grita por una balsa de flotación, aunque no se
vislumbran signos de supervivencia. La nave extraterrestre opaca la luz del sol
a tal grado que en varios puntos de la tierra se observa una enorme sombra
parecida a un nubarrón inmensamente negro. El océano traga los restos de tierra
con los monstruos dentro de la caverna. La nave se aleja de la atmosfera de la
tierra. Pasados unos momentos la calma llega a las aguas. Entonces alguien
grita.
___ ¡Hombre al agua por estribor!
Todos corren para ver como el capitán
nada en compañía de los demás hacía el buque. De inmediato son subidos a bordo.
El fuego en sus cuerpos ha desaparecido…del todo. Pero Damon prefiere guardar
el secreto, así como sus subalternos.
El primero, voltea a ver que ha
quedado de la isla. No hay más que una línea que dibuja el horizonte. El
almirante espera paciente, por saber que aventura han pasado estos soldados
franceses.
___ Espero me dirá que ocurrió,
Capitán.
___Así será, señor… aunque hay cosas
que no creerá.
___Bien. Me pondrá a prueba.
Primeramente deben pasar por el protocolo de salubridad. Después se les dará alojamiento
y comida hasta que lleguemos a Francia, donde los esperan con impaciencia. Su
compañero en coma está siendo revisado por el médico de a bordo.
Damon queda rezagado. Al pasar por
donde se ubica una caja de metal con candado, el capitán roza con sus dedos
intencionalmente. El metal se funde en segundos. Alrededor del pozo un
lecho de roca submarina lo sella para siempre. El acorazado de bandera francesa
se aleja dibujado sobre el horizonte; en su interior van hombres que habrán de
cambiar el futuro de la humanidad, si como dijeron los visitantes del espacio…
Sí la especie humana corrige el camino. Con estos soldados intrépidos ha nacido
una nueva especie.
FIN
Derechos Reser
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